NAVIDAD VANIDAD

NAVIDAD VANIDAD

FELIZ NAVIDAD
FELIZ VANIDAD

Feliz Navidad, feliz Vanidad,
cuando comes tu pavo tostado
con salsa de almendras picadas.

Feliz Navidad, feliz Vanidad,
cuando tu hogar está caliente,
cuando las bolas de color púrpura
adornan tu árbol artificial de navidad,
cuando sólo suenan villancicos,
cuando tus hijos te gritan y te dicen:
"no papa, no quiero, hazlo tú, olvídame".

A pesar de todo sigue siendo Navidad.
A pesar de todo sigues siendo Vanidad.

La navidad no es felicidad para el mendigo
junto a la puerta de esta aparente casa caliente,
ni para el recluso sidoso, ni para el soldado de Irak
ni para los niños que mueren de hambre cada día,
niños vacíos de vanidad olvidados en Palestina.

Niños que desean como regalo tu plato caliente,
tu pavo tostado con salsa de almendras picadas.
Mendigos que molestan con sus verdades.
Reclusos que ya no les importa ser portadores.
Soldados olvidados por sus dirigentes.

Recuerda que hay niños que no saben reír,
mendigos que sufren siempre el olvido,
reclusos indiferentes a tu mirada,
soldados inocentes perdidos en la traición.
Y nadie les felicita en su fría navidad,
llena de rabia y esperanza de ser felices.

Feliz Navidad, feliz Vanidad.

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